viernes, 27 de noviembre de 2009

Se Solicitan Parter@s con Criterio Propio

Todo cambia, todo está continuamente cambiando en una dinámica sin fin. Lo contrario sería el fin de la vida tal como la conocemos porque la vida se mantiene en parte gracias al flujo continuo de interrelaciones provocadas por el cambio. Supongo que será por eso que dicen que la única constante del universo es el cambio. Nuestra sangre corriendo sin cesar por nuestras venas y arterias, nuestras células renovándose todos los dias, nuestros pensamientos y sentimientos, nuestro viaje colectivo en el espacio-tiempo, todos en continuo movimiento en un viaje por el universo a la increíble velocidad de 100.000 kilómetros por hora montados encima de una esfera cambiante que llamamos planeta Tierra.

Vivimos en tiempos altamente cambiantes, que como decía el ex-presidente checo Václav Havel, “Creo que hay buenas razones que sugieren que la edad moderna ha finalizado. Hoy, muchas cosas indican que estamos pasando por un período transitorio, en el que parece que algo está saliendo y otra cosa está naciendo dolorosamente. Es como si algo estuviera derrumbándose, descomponiéndose y agotándose, al mismo tiempo que hay otra cosa, todavía indistinta, emergiendo de las ruinas".

Sea como fuere, en todos los ámbitos humanos, en la política, la economía, lo religioso, lo social, lo ecológico, etc, los cambios son cada vez más palpables, pero sobre todo, son cambios que nos afectan psíquica y emocionalmente como quizás nunca antes en la historia por la rapidez y envergadura de lo que sucede. Si a esto le añadimos la especie de fobia bastante generalizada de los humanos a los cambios, podemos tener una buena idea del panorama que se nos presenta y en el que estamos metidos querámoslo o no.

Quizás porque hemos continuado considerando los cambios presentes como eventos aislados más que como partes integrales de un todo, no hemos percibido la magnitud ni el reto descomunal que tenemos en nuestras manos y como si de una papa caliente se tratara, intentamos hacer malabarismos con ella para no quemarnos sin conseguirlo.

Una frase muy famosa de Einstein dice que la definición de locura es seguir haciendo las cosas de la misma manera y esperar resultados diferentes. El mundo que se nos viene encima es diferente a todo cuanto hayamos experimentado y vivido antes, y nuestra negativa a percibirlo en su contexto único da como consecuencia las innumerables crisis, conflictos y tensiones globales tanto externa como internamente, porque lo que está sucediendo ocurre en lo que podemos considerar el mundo allá fuera y también en nuestro mundo interno, nuestra psiquis y emocionalidad más íntima, y pensamos que el mundo se ha vuelto loco y ya no comprendemos lo que sucede y aunque no lo confesemos abiertamente, nos da miedo y angustia sabernos indefensos ante la merced de algo que no podemos controlar y terminamos formando parte de lo que Thoreau ya había dicho en 1854, "la mayoría de los hombres viven sus vidas en calmo desespero". Por todo lo anterior y tanto más que se me escapa:

Se Solicitan:
Mujeres y hombres con criterio propio que deseen ayudar al parto de esta nueva criatura que está naciendo. Hombres y mujeres que deseen liderar estos cambios y enseñarnos las nuevas reglas del juego porque este nuevo ser juega con reglas diferentes.

Requisitos:
* Ser capaces de ir hacia adentro y sumergirse en lo más profundo de su Ser, contactar con la fuente de la Vida y regresar sanos y salvos. Este requisito puede resultar un tanto peligroso, por lo que se recomienda tener plena certeza de querer seguir adelante porque una vez que comiencen el viaje no podrán regresar a su vida anterior.

* Ser capaces de olvidar el pasado y aprender del futuro que emerge a cada momento del presente.

Beneficios:
Ninguno cuantificable.

Interesad@s favor enviar sus propuestas a democraciaprofunda (arroba) gmail.com

Después de haber publicado este escrito me di cuenta que no había mencionado la palabra democracia ni una sola vez. Mucha gente entra a este blog queriendo saber que es democracia profunda y aqui encuentran material de lectura que les sirve para tener una idea de lo que Arnold Mindell quiso decir cuando inventó el término. Sin embargo, esas lecturas no pasan de ser un mero ejercicio intelectual y como sucede con tantas otras cosas en la vida, una cosa es el concepto, la idea y otra es la vivencia del concepto. Y de la misma forma que existe una inmensa diferencia entre describir a que sabe un tomate y comerse un tomate, la experiencia de la palabra debe ser tomada solo como un indicador y no como la experiencia misma. En conclusión, a todas las personas que se toman la molestia de leer lo que escribo, si de verdad les interesa el tema, les sugiero dar el siguiente paso y comenzar a vivir la democracia profunda para que sepan realmente de que se trata y asi obtener el conocimiento directo y no de tercera o cuarta mano. Además, la experiencia directa les ayuda a tener criterio propio y a no tener que pasar por la insensatez de vivir toda una vida repitiendo lo que dijeron los demás.

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