No creo que Mindell haya dado una definición de democracia profunda (dp), sino más bien descripciones de lo que sería un estado de democracia profunda. Esas descripciones apuntan todas a que la dp es una actitud de inclusión profunda enraizada en una visión de mundo donde todas las voces del grupo, organización o nación, son importantes y necesitan ser tomadas en cuenta.
Aún los grupos sociales que se dicen democráticos, caen en la tentación de excluir aquello que antagoniza sus principios y normas creando con ello secuelas de marginación. Para generar el cambio hacia una sociedad profundamente democrática, es necesario entonces que grupos e individuos comencemos a tomar conciencia de las formas y esencias de nuestras prácticas democráticas. Esa toma de conciencia generalmente no ocurre de la noche a la mañana sino por etapas y una de las primeras etapas se manifiesta en la sensación interna que experimentamos que nos dice que algo necesita cambiar porque el camino que hemos estado siguiendo perdió su significado en algún momento del recorrido.
En el camino hacia los cambios necesarios para practicar la dp, el trabajo con grupos cobra una gran importancia debido a la gran presión social que ejercen los grupos sobre sus miembros y porque los grupos y organizaciones ofrecen escenarios ideales para el aprendizaje a través de sus propios procesos internos.
La dp está siendo practicada hoy en diversas partes del mundo, lo cual de alguna manera la convierte en parte del zeitgeist o espíritu de los tiempos. Ahora bien, una de las características de cualquier zeitgeist es que genera polaridades y en el caso específico de la dp encontramos la figura del totalitarismo. Paradójicamente, la dp debe necesariamente escuchar también la voz del totalitarismo, ser conciente de su presencia y mensaje porque este contiene información importante que le permitirá al grupo, organización o nación, comprenderse mejor.
democraciaprofunda (arroba) gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario