viernes, 30 de enero de 2009

Esencia y Significados

Lo que sigue son algunas descripciones de lo que significa Democracia Profunda para algunas personas:

"Para mi, uno de los aspectos más valiosos de la democracia profunda es que a través del modelo del grupo que practica la democracia profunda, me ayuda a abrazar las voces internas que casi no puedo tolerar". - E.S.

"En una democracia profunda, el comportamiento partidista se complementa con el diálogo público de puntos importantes en los que los diferentes lados realmente se escuchan los unos a los otros". - M.S.

"Para mi, la democracia profunda tiene que ver con las voces silentes que buscan expresarse y ser oídas. Encierra la posibilidad de extender las relaciones más allá del humanocentrismo. Me invita a comprometerme con el mundo natural dentro y fuera de mi, y a escuchar con mucho cuidado a todos y a todo lo que habla, con o sin palabras". - L.J.

"Una de las cosas que adoro de la democracia profunda es que se trata esencialmente de aprender y crecer. Se acerca mucho a la idea original de la democracia del desarrollo, en la que el resultado del diálogo y el debate es la transformación personal y grupal". - J.D.

"Uno de los aspectos más emocionantes de la democracia profunda para mi, es su aserción e inclusión de los diferentes estados de consciencia y estilos de comunicación. Eso ha estimulado mi libertad interna y expresividad externa, aún en las situaciones más difíciles y tensas". - J.D.

"Para mi, la democracia profunda es saber que no hay una sóla forma correcta, una única forma de ver o ser... que al estar abierto a las personas y a lo que sucede a mi alrededor puedo ver las cosas con nuevos ojos y tener experiencias que expanden mi consciencia. Me encanta que para mi se trate de aprender y crecer con otras personas y que simplemente estando presente en comunidad con personas diferentes a mi, podemos experienciar todo un mundo nuevo". - J.T.

"Se trata de ser completamente humano... Disfrutar de la vida, apreciar la diversidad, aprender de todos y de todo. Eso es lo que la democracia debería haber sido desde el principio". - B.W.

"Veo la esencia de la democracia profunda como el intento o la voluntad de abrazar todos los puntos de vista, sin importar lo desafiantes que sean a mi propia visión o identidad. Tener éxito o no en esto es menos importante que recordar ese intento precisamente en el momento más difícil de ponerlo en práctica... Es tanto una oración como una habilidad." - J.G.

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jueves, 15 de enero de 2009

Teoría de Roles

"Más allá del bien y el mal hay un campo, allí te encontraré" - Rumi

La democracia profunda es como la frase del poeta persa Rumi, es algo que existe libremente más allá del dogmatismo impuesto por las camisas de fuerza de las ideologías. Claro que también podría decir que es como una pizza a la leña... se cocina en el fuego intenso del diálogo interno y social y el resultado es sabrosísimo.

Hablando en serio, hoy quiero escribir sobre Roles y su importancia para la práctica de la democracia profunda.

El sociólogo Peter Berger definió un rol como "una respuesta tipificada a una situación tipificada". Usando la analogía de roles y la actuación en teatro, dice que la sociedad proporciona el guión y los actores actuan los roles que les han sido asignados. Los roles están cargados de emociones, comportamientos y actitudes y una vez que las personas están en un rol, comienzan a llevar consigo esas características con todas las demás características de su identidad personal. Ralph Linton, uno de los creadores de la Teoría de Roles, definía el estatus como una "colección de deberes y derechos" y el rol como "el aspecto dinámico del estatus". Según Linton, cuando una persona pone en acción los deberes y derechos que constituyen su estatus, está actuando un rol.

De acuerdo a la teoría de roles, el comportamiento de las personas puede ser descrito y explicado en términos de sus roles. Dicho de otra manera, un rol determinado define como debería actuar una persona. Así tenemos que socialmente existe una amplia variedad de roles: familiares (padre, madre, hijos, etc), profesionales (médico, abogado, maestra, etc), sicológicos (víctima y victimario), políticos (oficialista y oposición) y así por el estilo. Por cierto, en el escrito anterior hacía mención al liderazgo. Bueno, líder es también un rol.

Es altamente probable que casi siempre estemos personificando (actuando) un rol determinado y constantemente cambiamos de rol dependiendo de la situación en la que nos encontremos. Así, un encuentro grupal podría describirse también como una reunión de roles. La cosa se pone interesante cuando ocupamos roles sin saber que estamos en un rol y no en nuestra propia identidad; en esos casos podemos ser percibidos por los demás como agentes perturbadores. Por ejemplo, un grupo con una fuerte identidad de pacíficos y tolerantes, puede tener dificultad al ver que algunas personas persiguen sus objetivos de una manera que parece agresiva. Hay un rol con el que nadie quiere identificarse: el causante de conflictos. Puede ser un acto de valentía y compasión para un individuo notar que está siendo violento en su búsqueda de la paz y representar ese rol con conciencia. Lo que originalmente parecía violencia en el grupo, puede revelarse como pasión, energía o desesperación. Esta información puede entonces estar disponible a otros miembros del grupo y el grupo como un todo puede usar esta información para crecer y ser más flexible en vez de dividirse por un reto no encarado a su identidad. Aqui quiero hacer notar que aunque estoy hablando de grupos, la idea es extensible a otros ambientes más amplios como un país completo, por ejemplo.

La interacción entre la mayor cantidad posible de roles a través del diálogo es una de las prácticas más importantes de la democracia profunda. Sin embargo, lo realmente interesante y extremadamente profundo es cuando el diálogo ya no se da entre los roles, sino directamente entre las personas que los encarnan. Ese es el campo de encuentro más allá del bien y el mal del que habla Rumi. Absolutamente transformador.

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NOTA: puede leer más sobre roles en este mismo blog en el escrito "Aqui se Hace lo que Digo Yo y Punto!" de diciembre de 2009.

martes, 13 de enero de 2009

Liderazgo Distribuído y Sistemas Auto-organizados

La democracia profunda exige liderazgo, pero no el liderazgo mesiánico y heróico al que estamos acostumbrados, sino el liderazgo del 'ciudadano de a pié', el liderazgo que proviene de conocerse a uno mismo, de ser congruente en los fines y los medios, y de afrontar los retos diarios en sus contextos con integridad por pequeños que estos sean. Visto de esa manera, todos podemos ser líderes y al serlo, podemos pasar de un modelo social piramidal (y feudal) a uno circular y horizontal.

¿De dónde viene la idea que dice que el poder debe venir de arriba hacia abajo? ¿De dónde que las decisiones que conciernen a muchos las tomen unos pocos? ¿Quién dice que eso debe ser así? ¿No será que es algo que hemos venido haciendo desde hace mucho tiempo sin saber exactamente por qué?

Actualmente existen muchos enfoques diferentes sobre el tema del liderazgo. No quiero entrar en detalles sobre eso, pero si quiero decir que el mero concepto de liderazgo está sobrevaluado y asi como dicen que el momento más oscuro es antes del amanecer, creo que el liderazgo tradicional está dando sus últimas patadas de ahogado y haciendo mucho ruido antes del nacimiento de un nuevo modelo de organización social.

Ese nuevo modelo del que hablo utiliza, más que liderazgo, el empoderamiento (con poder) personal para ayudar a decidir el rumbo presente y futuro de la sociedad de forma colectiva. Sin embargo, empoderarse significa también abrirse a otros estados del ser, sicológica y emocionalmente, para incorporar dentro de si la capacidad de ser conciente de todas las voces queriendo manifestarse en cualquier momento de interacción social. Darle cabida a esas voces es democracia profunda y ya no necesitaremos a un líder que nos diga cuál voz escuchar y cuál no porque tendremos plena conciencia que todas son importantes y necesarias para el bienestar colectivo.

Una sociedad con esas características se volvería más compleja y adaptable a los cambios, más auto-organizada, sin un control central sino bastante descentralizado donde los ciudadanos son concientes de la interconexión entre si y saben que el éxito personal depende del éxito colectivo y el éxito colectivo depende del éxito personal.

Un ejemplo de lo que digo son las organizaciones caórdicas (caos + orden), término acuñado por Dee Hock, fundador de VISA.

"He aquí los principios de Hock para dichas organizaciones:
- El poder y las competencias deben estar distribuidas en la mayor medida posibles. Ninguna función que pueda ser desempeñada por una unidad periférica debe ser desempeñada por una parte central de la organización. Ningún poder debe ser conferido a una división mayor que pueda ser ejercido razonablemente por un departamento más pequeño.
- El sistema debe auto-organizarse. Todos los participantes deben tener el derecho de organizar un auto-gobierno en cualquier momento, por cualquier circunstancia y a cualquier escala, con derechos irrevocables de participación de dicho auto-gobierno en entidades de nivel superior.
- El gobierno debe ser distribuido. Ningún individuo, institución o combinación de ambos debe dominar las deliberaciones ni controlar las decisiones a ningún nivel.
- Debe combinarse cooperación y competición. Todas las partes deben ser libres de competir de forma única e independiente, pero asi mismo estar unidas de forma que sean sensibles a las necesidades de otras partes, dejando a un lado el interés propio y cooperando cuando ello sea necesario para el bien del conjunto.
- Debe ser infinitamente maleable y al mismo tiempo extremadamente duradera. Debe ser capaz de auto-generar constantes cambios de forma y funciones, sin sacrificar su propósito esencial, su naturaleza ni sus principios.
- Su propiedad debe ser cooperativa y equitativa. Todas las partes afectadas deben ser elegibles para participar en funciones de gobierno y administración."

(fuente:http://www.lapastillaroja.net/archives/001412.html)

Defino la Política (en mayúsculas) como el arte de organizarse socialmente. Forma parte de lo social de la misma forma que la Salud y la Educación y por lo tanto muchas de las decisiones que tomamos en el dia a dia son decisiones políticas sin que seamos plenamente concientes de ello. La Política es patrimonio de todos y la democracia profunda una forma de apropiarnos concientemente de ella.

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sábado, 10 de enero de 2009

El Encantamiento de las Formas

Un joven se encuentra de vacaciones en la playa cuando de repente recibe una llamada telefónica de su casa. Es su hermano menor. "Siento mucho informarte esto, pero pensé que deberías saberlo cuanto antes", dice el hermano. "Tu querido gato, de alguna manera subió al tejado y se cayó y creo que murió con la caída".

Esperando escuchar un tono de tristeza, el hermano menor se sorprende por la respuesta de su hermano: "¡Oye, oye! ¿No te enseñan nada en la escuela?" Antes que el hermano menor pueda responder el joven continua: "No le sueltes ese tipo de noticias a la gente así de esa manera. Las malas noticias siempre se dan de a poquito. Lo que debieras haber hecho es mandarme varios mensajes. El primero diciendo 'Tu gato está en el tejado'. El próximo mensaje diciendo 'El gato se cayó del tejado'. Luego otro con 'El gato está en condición crítica'. Y por último, una vez que yo esté preparado, me mandas otro con 'El gato murió'. ¿Ves? Así es como se dan las malas noticias.

El hermano menor se disculpa y promete que no volverá a ocurrir. Una semana más tarde, cuando nuevamente está comenzando a relajarse, el joven recibe el siguiente mensaje: "Nuestra madre está en el tejado".

Este chiste que conseguí en internet creo que me sirve para ilustrar lo que quiero decir. Creo que existe un divorcio entre las prácticas y los ideales democráticos, entre la forma y la esencia. ¿Qué hace a un grupo, organización o a una nación democrática? ¿Qué significa cuando se dice "ese es un pueblo democrático"? ¿Cuáles son los más altos ideales democráticos que tenemos? Depende, por supuesto. Depende del paradigma desde el que se haga la pregunta, y en ese sentido no creo que existan mejores o peores paradigmas, lo que existen son paradigmas más o menos limitantes.

Los paradigmas o visiones de mundo evolucionan y cambian. Anteriormente mencionaba como el paradigma político y la democracia actual eran más propios del siglo 17 que del siglo 21. Estamos muy apegados a las formas y en cierta medida lo que tenemos en este momento son democracias plásticas, parafraseando a Rubén Blades, donde "se ven las caras pero no el corazón". Creemos que por tener "instituciones democráticas" y tener el derecho a votar (no a elegir) a los gobernantes cada cierto tiempo, somos democráticos, lo cual no deja de ser una visión bastante primitiva de la democracia, una visión basada en un juego de suma cero: mi ganancia es tu pérdida y viceversa.

A pesar de lo anterior, creo que en este siglo seremos capaces de evolucionar hacia sociedades profundamente democráticas, donde la diversidad de ideas, pensamientos, sentimientos, emociones, deseos y esperanzas no será vista como peligrosa sino más bien como algo que necesitaremos para poder sobrevivir y seguir evolucionando. Donde finalmente nos daremos cuenta que no somos islas y que la vida se mantiene gracias a la interdependencia de todo lo que existe. La democracia pasará a ser un sistema de organización social en vez de uno para controlar la sociedad. Aprenderemos a comunicarnos más abierta y efectivamente entre nosotros, sin miedo a los conflictos, porque nos daremos cuenta que los conflictos son en realidad un llamado a la transformación y al establecimiento de relaciones.

Con lo anterior no quiero decir que seremos felices y comeremos perdices. Es sólo un paso evolucionario hacia sociedades más complejas, adaptables y auto-organizativas, pero sobre eso hablaré en el próximo escrito.

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domingo, 4 de enero de 2009

La Ecología de la Democracia Profunda

Antes que nada quiero desearles un extraordinario 2009!! Un nuevo año que se vislumbra muy interesante por decir lo menos.

Bien, entremos en materia.

Todo comienza por casa. Me gusta esa frase, quizás porque me produce cierta tranquilidad al recordarme que puedo comenzar a realizar los cambios que deseo aqui, en el entorno inmediato que me rodea, en casa. Sin embargo, me gustaría ir más allá de eso.

La palabra ecología fue usada por primera vez en 1869 por Ernest Haeckel y describe la ecología como el estudio científico de las interacciones entre los organismos y su ambiente. La palabra en si proviene del griego 'oikos' que significa 'casa' en el sentido de hogar, de manera que en el contexto de este escrito me quiero referir a la ecología como el estudio de lo que sucede en casa, y a la vez 'casa' lo voy a tomar como el lugar donde vivo, es decir, mi cuerpo, pensamientos, emociones, deseos. Dicho de otra manera, 'casa' vendría siendo los aspectos materiales, sicológicos y espirituales de mi mismo. Es en este contexto que me interesa hablar sobre democracia profunda.

La democracia a la que estamos acostumbrados a escuchar es una democracia material. La búsqueda de la igualdad, la justicia y derechos civiles entre otros, asi como las estructuras creadas para alcanzar tales fines y que ahora llamamos instituciones democráticas, pertenecen todas al ámbito material. En ese sentido hemos logrado un gran avance desde la Edad Media y su sistema feudal, aunque todavía no nos hemos apartado por completo de ese sistema.

El aspecto material de la democracia es el resultado normal del paradigma o visión de mundo que aún impera en las llamadas sociedades democráticas y que tiene su origen en el modelo mecanicista de Newton donde el funcionamiento del universo (y por ende de la vida) es visto como algo eminentemente mecánico y lineal, de causa y efecto (curiosamente, las organizaciones diseñadas y operadas de acuerdo al modelo mecánico son conocidas como burocracias). Sin embargo, desde el siglo 20 hemos estado expuestos a nuevas ideas y nuevos paradigmas que sugieren que el universo (y por ende la vida) funciona de otra manera, donde lo material no es el todo sino solo una de las partes. Algunas disciplinas científicas y sociales, como por ejemplo la biología y el desarrollo organizacional, ya comenzaron a actualizarse en ese sentido aplicando el concepto de organismos auto-organizativos, entre otros; la física por su parte, ha hecho grandes avances en lo referente al aspecto cuántico del universo; el movimiento de la sustentabilidad nos habla del aspecto sistémico y holístico de la vida en este planeta; y así por el estilo.

La política necesita actualizarse. La democracia necesita dar el salto que significa cambiar de paradigma y abrirse a otros aspectos de la relación entre los seres humanos que trasciende lo meramente material. Dicho de otra manera, necesitamos de la democracia profunda. Y con esto no estoy diciendo que nos olvidemos de lo material, la búsqueda y consecución de la justicia, la igualdad de oportunidades, nuestros derechos innatos como seres humanos siguen siendo una necesidad. A lo que me refiero es que junto a ese aspecto material necesitamos darnos cuenta que la democracia no es algo externo a nosotros, sino que somos nosotros los que hacemos la democracia, pero para eso hay que ser democrático internamente primero que nada, dentro de nosotros reside la esencia que luego se convierte en algo externo y que puede manifestarse en las estructuras e instituciones democráticas. La democracia profunda es una forma de pensar y ser, un comportamiento, una actitud. Es algo invisible en si mismo pero que puede manifiestarse en el mundo de lo visible a través de los procesos que utilicemos para comunicarnos con nosotros mismos y nuestros semejantes.

Se dice que la democracia es el menos malo de los sistemas de gobierno y también que es perfectible. Tengo dos problemas con esas apreciaciones: uno es que no creo que la democracia sea un sistema de gobierno; creo que la democracia es una forma de ser y relacionarse en sociedad. Y decir que es perfectible puede ser la excusa perfecta para no hacer nada en lograr su perfección. Cambiar las leyes y las constituciones solamente nunca harán nada si nosotros no cambiamos internamente también, sencillamente porque la democracia no es un pedazo de papel, y en todo caso el pedazo de papel lo que hace es reflejar algo que ya existe en la sociedad y no en la mente de unos pocos. Por eso es que la democracia no puede ser decretada, es algo orgánico que nace dentro de cada uno de nosotros, se incrusta en nuestros huesos y nuestras almas, crece y se expande en la población concientemente y sin coacción. Democracia es también todo un mundo sicológico-emocional-espiritual que negamos constantemente en el ámbito de lo político porque no son 'racionales', muy propio de la Era de la Razón del siglo 17 pero que ya no se justifica.

Hay quienes dicen que el estado actual del mundo es un reflejo de nuestro estado interno. Tal vez, sin embargo, no estaría de más ser un poco más ecologistas porque al final, todo comienza por casa, incluyendo la democracia.

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